Día de la tierra: Ingenios azucareros trabajan en la restauración y conservación

Los ingenios azucareros están comprometidos con una agricultura sostenible y adaptable al cambio climático, con ese objetivo apoyan la conservación y recuperación de bosques en riberas de ríos y partes altas de las cuencas, cuidado de los suelos que incluyen abono verde y prácticas de conservación y recuperación de ecosistemas como siembra de peces, entre otros.

Recuperación y conservación de bosques

En alianza con el Instituto Privado de Investigación sobre Cambio Climático -ICC-, desde 2011 los ingenios han contribuido a la recuperación y conservación de bosques con la siembra de más de 5.9 millones de árboles en cuenca alta y riberas de ríos que desembocan en la Costa Sur.

Como parte de este esfuerzo, solo en las orillas de los ríos de la Costa Sur se han reforestado 284 hectáreas de terreno, equivalente a 400 campos de fútbol, creando bosques de galería y corredores biológicos.

Estos bosques en las riberas de ríos ayudan a la recarga hídrica, a la conservación de suelos al evitar la erosión y también son barreras naturales que evitan inundaciones, al mismo tiempo que albergan especies de flora y fauna.

Además, los ingenios tienen 2,507 hectáreas de bosques naturales, los cuales son protegidos y cuidados, los cuales son parte del agropaisaje de la Costa Sur y beneficia a conservación de la diversidad biológica.

Conservación de los suelos

Desde 2012, los ingenios azucareros trabajan de la mano con el Centro Guatemalteco de Investigación y Capacitación de la Caña de Azúcar -Cengicaña y el ICC en el desarrollo e implementación de prácticas para la conservación de suelos.

Uno de estás practicas importantes es el arado o la disposición de la tierra para el cultivo de la caña, de manera que pueda absorber mejor el agua y nutrientes, lo que conserva la fertilidad y previene lasa erosión e inundaciones.

Crotalarias entre caña de azúcar

Además, los ingenios han implementado el abono verde a través de la siembra de plantas leguminosas que devuelven el nitrógeno al suelo de forma natural. Cada 5 años se renueva el cultivo de caña para mantener su rendimiento, por lo que, en las áreas idóneas, se aprovecha esa renovación para descansar y nutrir el suelo con la siembra de una leguminosa que tarda entre 6 y 8 meses en el campo.

Las leguminosas son el único grupo de plantas que tienen la capacidad de capturar el nitrógeno del aire e incorporarlo a su organismo. Cuando se mezclan con el suelo aportan materia orgánica que mejora la textura y estructura del suelo. Además, promueve la proliferación de microorganismos que son benéficos para los cultivos.

La rotación de cultivos también ayuda en el control de plagas porque, al cambiar la caña por leguminosas, se rompe el ciclo de vida de los insectos que se alimentan de la caña de azúcar.

Liberación de peces nativos en ríos

Otro programa implementado por los ingenios es enriquecer la fauna en los ríos, esta actividad llamada “siembra de peces” tiene como objetivo aumentar la población de especies nativas en los ríos de la Costa Sur. Los ingenios azucareros, con el apoyo del ICC, desde 2015 han liberado alrededor de 160,000 alevines o peces pequeños y 18,000 caracoles en los ríos Acomé, Madre Vieja y Coyolate.

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